¿Que es la Masonería?

La Francmasonería tiene por objeto la práctica de la fraternidad, y es la primer organización del mundo que se constituyó con el fin de practicar la fraternidad. Sus miembros desarrollan valores morales y espirituales mediante una serie de dramas rituales, que siguen formas antiguas y usan herramientas y prácticas de constructores como una guía simbólica y alegórica. Es una organización multirracial y multicultural que reúne a hombres de buena voluntad de todos los sectores de la comunidad, con buen carácter y de todas las creencias políticas y religiosas. La masonería por lo tanto, “Es el CENTRO DE UNIÓN y el medio de conciliar la verdadera Fraternidad entre personas que hubieran permanecido perpetuamente distanciadas” (ANDERSON & DÉSAGULIERS, 1723). 

 

La Francmasonería, tiene como principio la tolerancia mutua, el respecto a los demás y de uno mismo, y la absoluta libertad de conciencia. Tiene por divisa: Amor Fraternal, Socorro y Verdad.

 

La Francmasonería tiene como deber extender hacia todos los componentes de la humanidad los lazos fraternales que unen a los Francmasones esparcidos por toda la superficie de la Tierra. Recomienda a sus miembros propagar sus ideales a través del ejemplo.

 

La Francmasonería considera al Trabajo como uno de los deberes esenciales del hombre y honra igual el trabajo manual que el intelectual.

 

Todo Masón se compromete por el mero hecho de serlo, a intentar vivir como un ciudadano ejemplar.

 

La masonería no es una secta, ya que no busca la sumisión de sus miembros sino que prepara para cada uno de ellos un camino personalizado hacia la maestría de si mismo.

 

La Masonería no es una organización de caridad aunque apoya la creación y mantenimiento de actividades humanistas y de bienestar social, sino que sis miembros de manera individual apoyan las causas sociales.

 

La Masonería no tiene una estructura dispuesta para la acción política organizada ni busca el poder político. El fundamento básico de la Masonería es la experiencia de autoconstrucción personal que describieron las hermandades de constructores.

 

La Masonería no es una institución didáctica ni doctrinaria. La Logia no enseña sino que suscita, sugiere, provoca, despierta, impregna. La arquitectura simbólica con que trabaja la Masonería pretende que cada masón haga de su vida una verdadera Obra de Arte de Sabiduría, Fuerza y Belleza, y del Mundo un lugar donde sea posible la Paz, el Amor y la Alegría. A eso llamamos los masones al Arte Real.

 

Lo único que la Masonería puede y debe hacer es señalar su presencia para que quien lo desee, libre y espontáneamente, pueda llamar a sus puertas, a sabiendas que en cualquier caso será leal y correctamente tratado en sus demandas de información o en su pretensión de ingreso. Eso es todo. Nada más, pero nada menos.

 

La masonería exige a sus miembros respeto a las leyes democráticas del país en el que viven y trabajan.

 

Es importante que las personas que deseen entrar en la masonería asuman un bien entendido compromiso de colaboración mutua con otras personas. Los masones se dedican a mejorarse como personas y a intentar vivir, de acuerdo con altos principios morales, como buenos ciudadanos, sin pretender tener el monopolio de estos ideales. La masonería rechaza toda afirmación dogmática y considera que toda concepción metafísica pertenece al fuero interno de cada individuo.